viernes, 30 de octubre de 2020

El Bautismo

 ACTIVIDAD No.  13 del 3 al 20 de noviembre de 2020

 

EL BAUTISMO: LA INICIACIÓN EN LA VIDA CRISTIANA

 

La inmersión en el agua simboliza la destrucción del pecado para surgir a una nueva vida.

 




La fe aparece siempre ligada al bautismo. De hecho, los apóstoles ofrecían el bautismo a quienes creían en Jesús, fueran judíos o paganos.  Desde ese entonces, para llegar a ser cristiano se sigue ese camino de “iniciación”.  En los primeros siglos de la Iglesia, este proceso empezaba con un largo período de preparación, llamado catecumenado, y concluía con la celebración de los tres sacramentos de la iniciación cristiana: bautismo, confirmación y eucaristía.  Las principales etapas de dicho proceso son:

Anuncio del mensaje de Jesucristo por medio de la Palabra.

 

Conversión como fruto de la acogida del mensaje.

 

Profesión de fe como manifestación de la conversión.

 

Celebración del bautismo.

 

Efusión del Espíritu Santo.

 

Participación en la comunión eucarística.

 

La celebración del sacramento del bautismo está organizada en cuatro partes:

Rito de acogida: significa la entrada de quien recibe el bautismo en la comunidad de los creyentes.  Los signos son la comunidad, el nombre, la señal de la cruz.

 

Liturgia de la Palabra: es el anuncio de la Palabra de Dios para provocar la respuesta de fe.  Comprende: lecturas bíblicas, homilía, oración de los fieles, exorcismo y unción con el óleo de los catecúmenos.  Esta unción simboliza la preparación del bautizando para la lucha que tendrá que afrontar contra el mal.

 

Liturgia del sacramento: comprende la bendición del agua, las renuncias a Satanás, la profesión de fe, el rito del bautismo, la unción con el santo crisma, la vestidura blanca y la luz.  El rito del bautismo significa y realiza la muerte al pecado y la entrada en la vida de la Santísima Trinidad; por ello se celebra en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo mientras se derrama agua sobre la cabeza tres veces.  De manera más significativa puede hacerse mediante la triple inmersión en el agua bautismal.  El santo crisma es un óleo consagrado por el obispo y significa el don del Espíritu Santo para el nuevo bautizado, el cual lo une a Cristo para ser sacerdote, profeta y rey.  El nuevo bautizado es ahora hijo de Dios y puede orar el padrenuestro.  Si es adulto puede participar en la primera comunión eucarística.

 

Rito de despedida: incluye la bendición solemne.  Cuando se bautiza a un niño pequeño, los padres y padrinos asumen la delicada misión de formar en la fe al nuevo hijo de Dios, para que crezca también en el conocimiento de Jesucristo y su mensaje, para que llegue a vivir luego una conversión a conciencia y profese libremente su fe.

 

 


EL PROCESO DE LA CONVERSIÓN

La Biblia nos ilustra sobre el proceso de catecumenado en los comienzos de la Iglesia.   Leamos el caso del carcelero y de su familia, quienes eran paganos y Dios los encontró a través de Pablo y Silas en Filipos, una de las ciudades más importantes de Macedonia, por entonces colonia romana.

 

Hechos de los Apóstoles 16, 25 – 34

 

Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban alabanzas de Dios, mientras los otros prisioneros los escuchaban. De pronto, la tierra comenzó a temblar tan violentamente que se conmovieron los cimientos de la cárcel, y en un instante, todas las puertas se abrieron y las cadenas de los prisioneros se soltaron. El carcelero se despertó sobresaltado y, al ver abiertas las puertas de la prisión, desenvainó su espada con la intención de matarse, creyendo que los prisioneros se habían escapado.     

Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, estamos todos aquí».     

El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y, temblando, se echó a los pies de Pablo y de Silas.      

Luego los hizo salir y les preguntó: «Señores, ¿qué debo hacer para alcanzar la salvación?».          

Ellos le respondieron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y toda tu familia».    

En seguida le anunciaron la Palabra del Señor, a él y a todos los de su casa. A esa misma hora de la noche, el carcelero los atendió y curó sus llagas. Inmediatamente después, fue bautizado junto con toda su familia.    Luego los hizo subir a su casa y preparó la mesa para festejar con los suyos la alegría de haber creído en Dios.

 

 

 


SOMOS CRIATURAS NUEVAS POR EL BAUTISMO

El bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, la puerta de la vida en el Espíritu.  Este sacramento hace a los creyentes nuevas criaturas y trasforma radicalmente su relación con Dios en cuanto:

Dios aparece como Padre que los ha creado por amor, que tiene un plan de salvación para hacerlos sus hijos en Jesucristo.  Efesios 1, 3-10

 

Jesucristo surge como su Señor y Salvador, para reconciliarlos con el Padre, hacerlos sus hermanos y marcarlos con el sello indeleble de su Espíritu Santo que les permite cumplir su triple misión:

-Profetas de Dios, para anunciar la buena noticia de la salvación y denunciar la injusticia.

-Sacerdotes que hacen de su vida un culto de alabanza a Dios.

-Reyes comprometidos en la construcción del Reino de Dios en la historia actual.

 

El Espíritu Santo habita en los bautizados como en un templo, les permite vivir como hijos de Dios, los enriquece con los dones y los ministerios para construir la comunidad, los acompaña en la misión y los consagra como pueblo escogido por Dios.

 

El bautismo hace a quienes lo reciben miembros de la Iglesia, la familia de Dios, llamados a servir a los demás, a ser obedientes y dóciles a los pastores, a dar testimonio de su fe ante el mundo y a participar en la actividad apostólica y misionera del Pueblo de Dios. Esta nueva vida puede acrecentarse luego con los otros sacramentos y fortificarse con la oración, la lectura bíblica y las buenas obras.



ACTIVIDAD

1. Explique con sus palabras las principales etapas del proceso de iniciación cristiana.

2. El carcelero cambió de vida porque experimentó la presencia de Dios en la cárcel.  Identifique los signos de esa presencia.

3. Relate una experiencia personal que haya tenido con Dios.  Explique cómo supo que Él se hizo presente en esa experiencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 16 de octubre de 2020

La Iglesia: promotora de la dignidad y servidora de la vida humana

 

Actividad No. 12 del 19 al 30 de octubre de 2020

LA IGLESIA PROMOTORA DE LA DIGNIDAD HUMANA

 

La Iglesia desarrolla multitud de acciones en defensa de la dignidad humana.

 

Bajo el impulso del Espíritu Santo, la primera comunidad de los seguidores de Jesucristo inició su misión de difundir en todas partes la buena noticia de la salvación y establecer el Reino de Dios inaugurado por Jesús.  La naciente Iglesia predicaba el Evangelio con palabras y con hechos, contagiando a los demás su nuevo estilo de vida basado en el amor al prójimo.  De esta forma comprobaron que la fe iba acompañada de obras, pues de lo contrario, sería una fe muerta e inútil.  Como cuerpo de Cristo, la Iglesia primitiva seguía los pasos y enseñanzas de su Maestro, quien los ayudaba y confirmaba su mensaje con milagros. (San Mateo 16, 20).  La Iglesia es, desde sus orígenes, un instrumento de Cristo; por su intermedio, Él continúa realizando el misterio del amor de Dios que salva a todos los seres humanos.  Por eso se afirma que la Iglesia existe para hacer que la salvación de Jesús llegue a toda la humanidad.


La Iglesia conoce bien la situación del ser humano, sus posibilidades y aspiraciones, así como las circunstancias que amenazan su dignidad de hijo de Dios.  Al comprender que el hijo de Dios se hizo hombre para acercarse al ser humano y brindarle la salvación, la comunidad eclesial lucha para que la vida de todos sea más humana, libre de toda esclavitud, y para que se desarrolle de acuerdo con el plan salvador de Dios.  Este compromiso se expresa en lo que se denomina la doctrina social, que orienta y proporciona herramientas para la construcción de una nueva sociedad expresada en la civilización del amor.  Basada en la revelación divina, la Iglesia defiende la igual dignidad de todos los seres humanos porque considera que todas las personas:

·         Tienen un alma racional.

·         Están creadas a imagen de Dios.

·         Poseen la misma naturaleza y el mismo origen.

·         Pueden llegar a ser redimidas por Cristo.

·         Gozan de la misma vocación y destino divinos.


Santuario de Monserrate en Bogotá

En concordancia con el pensamiento de la Iglesia de Cristo, la miseria y la injusticia en que viven grandes grupos humanos exigen que todos los creyentes trabajen en la labor de la evangelización y en la de ser la voz de los que no tienen voz.  En esta dirección, la Iglesia desarrolla multitud de acciones en diversos escenarios y a través de entidades como el Pontificio Consejo Justicia y Paz, un organismo de la Santa Sede que promueve, como indica su nombre, la justicia y la paz en el mundo, basado en el Evangelio y la doctrina social de la Iglesia; también labora en el mismo sentido la organización Cáritas Internacional, una confederación de 162 entidades católicas dedicadas a prestar asistencia, promover desarrollo y brindar servicio social en 201 países y territorios.  Tanto el Consejo como Cáritas actúan coordinadamente con las conferencias episcopales de cada país.


Plaza de San Pedro en El Vaticano

En estas organizaciones participan laicos y religiosos que emprenden iniciativas en los frentes: local, regional y mundial, expresando la posición de la comunidad creyente ante una amplia variedad de temas de actualidad, organizando programas de ayuda y solidarizándose con las personas que ven vulnerada su dignidad humana.  Además, hacen presencia y expresan la posición de la Iglesia en diversos espacios, eventos y organizaciones como las Naciones Unidas, donde la Santa Sede tiene un observador delegado.

LA IGLESIA SERVIDORA DE LA VIDA HUMANA

 

La Iglesia es enviada al mundo entero para servir, al igual que Cristo fue enviado por el Padre.

 



Después de Pentecostés los primeros cristianos estaban muy unidos.  Se reunían para alabar a Dios y partir el pan.  Desde tiempos de la Iglesia primitiva, cada creyente, según sus posibilidades y de acuerdo con sus dones, trabajaba con entusiasmo por la propagación del Reino de Dios (Romanos 16, 1-16; Filipenses 4,3).

Al esfuerzo por propagar el Reino se le llama apostolado y es ejercido de diversas maneras por todos los miembros de la Iglesia.  Toda la Iglesia es apostólica porque es enviada al mundo entero para servir, al igual que Cristo fue enviado por el Padre (San Marcos 10, 45).  Todo apostolado debe hacerse en unión con Cristo, pues solo en Él es posible dar fruto y hacerlo todo.  Para este propósito, los sacramentos, principalmente la eucaristía, son medios valiosos por cuando el Espíritu Santo comunica por medio de ellos los dones necesarios “en especial el del amor y la caridad” para llevar a cabo el apostolado.

Los laicos realizan el apostolado dando testimonio de vida cristiana, con las buenas obras, anunciando a Cristo con la Palabra y aplicando los principios cristianos a la solución de los problemas actuales.  Su campo de acción es el ambiente en que se mueven en la vida cotidiana.  Allí deben difundir los valores del Evangelio, pero también pueden ayudar en las obras de caridad, donde quiera que haya personas que carezcan de los medios necesarios para llevar una vida verdaderamente humana.  Donde estén aquellos que viven afligidos por las calamidades o por la falta de salud, o quienes padecen el destierro o la cárcel, allí debe llegar la caridad cristiana para prestarles todo auxilio.  Esta es una obligación que se impone ante todo a las personas y a las comunidades que disfrutan de prosperidad.

Santa Teresa de Calcuta

El apostolado es un servicio a la vida: quien lo ejerce se esfuerza por lograr que esta sea más digna y más humana para todos.  Un servicio realizado cristianamente exige:

Ver en el prójimo la imagen de Dios y de Cristo, a quien en realidad se ofrece lo que se da al necesitado.

 

Respetar la libertad y dignidad de quien recibe el auxilio.

 

Tener pureza de intención, servir sin intereses particulares.

 

Buscar y eliminar las causas de los males, no solo los efectos.

 

Ayudar de tal forma que no se dependa externamente de nadie y que quienes reciben la ayuda jamás dejen de bastarse por sí mismos.

 

 



La parroquia es un modelo de apostolado comunitario, pues allí se congrega una gran diversidad de labores a través de las llamadas pastorales: con las familias, con los niños y los jóvenes, con los enfermos, con los ancianos, con la comunidad, con los prisioneros, con los pobre y necesitados, en fin, en todo y para todos dependiendo de las necesidades de cada lugar.

ACTIVIDAD

1. Explique cuál es la misión de la Iglesia.

2. Cuente alguna acción de caridad que haya realizado. 

3. El amor a Dios y a las personas, ¿son dos cosas distintas? Explique